Desde que somos pequeños y
especialmente en las películas de los samurais, hemos visto como en la
tradición japonesa las reverencias o saludos bien de pie o bien de rodillas se
realiza en múltiples ocasiones y a distintas personas. Esto sigue sucediendo a
lo largo de una sesión de Judo:
Antes de entrar al tatami y una
vez se cuenta con el permiso del cinturón más alto, se saludo en posición
Chokoritsu (de pie con los talones juntos). Éste es un saludo en señal de
respeto al tatami, lugar en el que vamos a realizar la actividad.
Cada ejercicio que requiera de un
compañero para su realización comenzará y finalizará con un saludo en posición
Chokoritsu, si la actividad se realizará de pie, o en posición Seiza (de
rodillas sentados sobre los talones) si el ejercicio se desarrollará en el
suelo. En estos saludos guarda especial importancia un pequeño detalle: la
mirada. La mirada durante los saludos debe estar dirigida al suelo y nunca al
compañero puesto que no se desconfía de él sino que, al contrario y como los
antiguos samurais, expongo mi cuello a ti pues sé que eres una persona de honor
y no me atacarás durante la ceremonia.
Al finalizar la clase se
realizará la ceremonia de saludo completa, Reiho: desde la posición Chokoritsu
se desciende a la posición Seiza, pasando por la posición Taka Kioshi No Kamae
(con una rodilla en alto y la otra apoyada). Ser realiza el saludo Zarei,
saludo suelo cuando, ante la señal del Sensei (maestro) el cinturón más alto
anuncia: “Sensei Ni Rei”, es decir, “Atención sensei te saludamos”. Invirtiendo
el proceso regresamos a la posición inicial y saludamos de nuevo, esta vez de
pie (Ritsurei) a modo de despedida.
Rei es una forma de saludar, de
despedirse y ante todo una señal de respeto. Respeto hacia todo aquel y aquello
que me ayuda a desarrollarme como judoka y como persona.
Cristina Guerra Santana
2º dan de Judo
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